El hombre que pudo empezar la Segunda Guerra Mundial

En octubre de 1938, aprovechando la desmembración de Checoslovaquia que comenzó tras la Conferencia de Múnich, Polonia se anexionó el territorio de Zaolzie, una región en disputa entre ambos países, y que incluía el nudo ferroviario de Bohumin, donde terminaba el ferrocarril que saliendo de Cracovia cruzaba los Cárpatos Occidentales y entroncaba con las líneas de Viena y Budapest. Aquella línea férrea era por tanto una de las vías de comunicación más importantes del sur de Polonia, y una de las rutas de ataque que necesariamente tendrían que utilizar en una hipotética invasión las fuerzas alemanes estacionadas en el Protectorado de Bohemia-Moravia y en Eslovaquia. Su punto débil era un túnel de 300 metros de longitud que atravesaba las montañas por el paso de Jablonków, cerca de la estación de Mosty.

En el verano de 1939, a medida que la tensión entre Polonia y Alemania crecía hasta hacer inevitable la guerra, el Estado Mayor polaco, plenamente consciente del valor estratégico del túnel de Jabłonków, comenzó a tomar medidas para evitar que cayese en manos enemigas. Los agentes del puesto local de la Guardia de Fronteras de la aldea de Świerczynowiec, encargados de la custodia del túnel, fueron reforzados por un pelotón de infantería del 4º Regimiento de Fusileros Podhale (“Podhale” es una región montañosa del sur de Polonia, y el nombre que tradicionalmente se daba a las unidades de montaña del ejército polaco). Se colocaron cargas de demolición a lo largo del túnel, y, desde el mes de junio, todos los días después del paso del último tren, soldados del 21º Batallón de Zapadores de Bielsko pasaban la noche en ambos extremos preparados para detonar los explosivos en cuanto recibiesen la orden. El oficial a cargo de la defensa era el coronel Witold Pirszel, que era además ingeniero de minas.

La firma del pacto germano-soviético el 23 de agosto de 1939 dejó a Hitler con las manos libres para iniciar la invasión de Polonia. Los ejércitos alemanes empezaron a movilizarse de acuerdo al Fall Weiss (“Caso Blanco”), el plan de invasión preparado meses antes por el OKW. El inicio del ataque fue fijado para las 4:25 de la madrugada del 26 de agosto de 1939. Pero en el último momento, el 25 de agosto, Hitler se enteró de que Gran Bretaña había firmado un nuevo tratado con Polonia por el que garantizaba su apoyo militar en caso de ataque alemán. La noticia hizo dudar al Führer y le obligó a suspender la invasión. Todas las unidades alemanas que habían iniciado su avance hacia las fronteras polacas tuvieron que regresar a sus cuarteles y esperar allí a que se fijase una nueva fecha.

¿Todas? No exactamente. A causa de un problema en las comunicaciones, una pequeña fuerza de veinticuatro hombres continuó con los planes previstos y comenzó su invasión de Polonia particular. Un error que pudo haber provocado que la guerra estallase antes de tiempo.

Según el plan alemán, en las horas previas al inicio de las hostilidades pequeños grupos de fuerzas especiales del Abwehr tenían que infiltrarse en territorio polaco, vestidos de civiles, para capturar una serie de puntos estratégicos necesarios para asegurar el avance de los ejércitos alemanes. Uno de aquellos grupos era una unidad de veinticuatro hombres al mando del teniente Hans-Albrecht Herzner, de la oficina del Abwehr en Breslau, cuya misión consistía en preparar el camino para el asalto de la 7ª División de Infantería a través del paso de Jabłonków. Su objetivo era tomar y asegurar la estación de Mosty y el túnel del ferrocarril, impidiendo así que los polacos detonasen las cargas y cerrasen el paso a las tropas alemanas.

Parte de los hombres de Herzner, en una fotografía tomada probablemente en Čadca, en el norte de Eslovaquia, antes del ataque; el grupo era una fuerza irregular dependiente del Abwehr (el servicio de inteligencia militar alemán), integrada por voluntarios civiles, todos ellos de la minoría alemana de Chequia:


El destacamento de Herzner partió de Čadca, a última hora de la tarde del viernes 25 de agosto, antes de que llegase la noticia de la suspensión de la ofensiva. Pasada la medianoche los comandos alemanes cruzaron la frontera polaco-eslovaca por las montañas de Velký Polom. Durante la marcha nocturna el grupo se dividió y varios de los hombres se desorientaron, de manera que cuando llegó a Mosty, hacia las cuatro de la madrugada, Herzner contaba tan solo con trece hombres para iniciar el ataque. Los alemanes cortaron las líneas telefónicas, tomaron posiciones en una colina que dominaba la estación y comenzaron a disparar contra ella. Tras un breve tiroteo, Herzner convenció a los polacos para que abandonasen el combate y se rindiesen, afirmando que la invasión había comenzado y que toda resistencia sería un inútil derramamiento de sangre. Los alemanes capturaron la estación, haciendo prisioneros a un grupo de policías y trabajadores del ferrocarril. Pero no sabían que en el sótano del edificio había un equipo de comunicación militar. Una telefonista se puso en contacto con la guarnición que custodiaba el túnel y dio la voz de alarma. Cuando los hombres de Herzner se dirigieron al túnel, los polacos les estaban esperando. El ataque alemán fue rechazado tras un caótico tiroteo en el que un soldado polaco acabó muerto y dos alemanes resultaron heridos. Por la mañana Herzner supo que la invasión se había suspendido y recibió la orden de liberar a los prisioneros y regresar a su base inmediatamente. Él y sus hombres se dispersaron por los bosque cercanos y volvieron a territorio eslovaco.

Algunas fuentes alemanas (poco creíbles, en mi opinión) afirman que los hombres de Herzner lograron tomar el túnel y capturaron a 2.000 soldados polacos, aunque no se aclara de qué unidad eran los prisioneros.

El ataque del destacamento de Herzner sirvió para poner en alerta a las fuerzas polacas en la frontera. Los alemanes trataron de quitar importancia al incidente. El general Eugen Ott, comandante de la 7ª División de Infantería (que estaba concentrada en el noroeste de Eslovaquia y tenía como misión el avance a través del paso de Jablonków), pidió disculpas al general Józef Kustroń, comandante de la 21ª División de Infantería de Montaña polaca, responsable de la defensa de aquel sector de la frontera. Ott le aseguró que la acción había sido obra de un perturbado que actuaba por su cuenta.

Finalmente la invasión comenzó en la madrugada del 1 de septiembre de 1939. El túnel de Jabłonków fue volado por el coronel Pirszel a las 6 de la mañana de ese día, minutos antes de que llegasen las tropas alemanas. Hasta 1941 no se restauró la comunicación ferroviaria entre los dos extremos del túnel.

En un principio Herzner vio cómo las autoridades alemanas rechazaban concederle cualquier tipo de reconocimiento por su acción (ya que oficialmente había tenido lugar en tiempo de paz), pero al final consiguió que le otorgasen nada menos que la Cruz de Hierro. Durante la guerra llegó a ser comandante del Batallón Nachtigall, una unidad formada por voluntarios ucranianos (fue la primera “legión extranjera” creada dentro de la Wehrmacht). En 1942 tuvo un accidente de automóvil que le dejó dañada la columna vertebral. En septiembre de ese año murió ahogado mientras practicaba ejercicios de rehabilitación en una piscina.

Fuentes principales:
http://www.strangehistory.net/2012/09/09/the-man-who-accidentally-started-ww2-five-days-too-early/
http://www.historytoday.com/andrew-roberts/second-world-war-storm-war
http://en.wikipedia.org/wiki/Jab%C5%82onk%C3%B3w_Incident


2 comentarios:

  1. Al fin y al cabo se habrían adelantado los acontecimientos sólo una semana. Para lo que vino después no importaba demasiado.
    Un saludo.

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    1. No, sabiendo lo que ocurrió después.
      Un saludo, Cayetano.

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