Julio Verne ataca Berlín

El Farman 223.4 era un avión civil de fabricación francesa utilizado por Air France para el servicio postal trasatlántico. Al estallar la guerra la Aeronavale, la fuerza aérea de la Marina francesa, requisó los tres Farman 223.4 de Air France (el Ejército del Aire los rechazó porque los consideraba demasiado lentos), con sus tripulaciones civiles incluidas. La Marina planeaba usarlos en patrullas marítimas de largo alcance sobre el Atlántico.

El Jules Verne era uno de aquellos aviones. Los primeros meses de la guerra estuvo basado en Marsella y Burdeos, limitándose a hacer vuelos de entrenamiento. A comienzos de abril de 1940 el Jules Verne realizó su primera misión para la Marina, guiando una fuerza naval francesa que regresaba de Halifax. El 4 de abril dejó Burdeos para trasladarse a Casablanca, donde participó de nuevo en una misión de escolta de un convoy naval. Durante todo ese tiempo el capitán de corbeta Daillière, que había negociado con Air France la cesión de los aparatos, había defendido enérgicamente utilizar el Jules Verne para realizar una incursión de bombardeo contra Berlín. El Ministerio de Marina francés rechazó el plan, porque temía que el bombardeo de territorio alemán llevase a una escalada de represalias (eran los tiempos de la llamada drôle de guerre) y porque se consideraba a Daillière un oficial demasiado valioso como para arriesgarle en una misión de ese tipo. Sin embargo a lo que sí estaba dispuesta la Marina era a utilizar el avión en operaciones de bombardeo táctico. Para ello el 28 de abril el Jules Verne fue enviado a Toussus-le-Noble, donde se encontraba la fábrica Farman, y allí se le hicieron las modificaciones necesarias para transformarlo en bombardero: se le instalaron ocho enganches para bombas bajo el fuselaje, depósitos adicionales de combustible, un puesto de bombardero en el morro, un puesto de navegante y una ametralladora de 7,5mm. El 6 de mayo de 1940 dejó la fábrica. Cuatro días después comenzó la ofensiva alemana en el frente occidental.

Al mando del capitán Daillière el Jules Verne realizó numerosas misiones de bombardeo en las semanas siguientes. La primera de ellas fue el 11 de mayo, el día después del inicio de la ofensiva alemana. El Jules Verne despegó al atardecer de su base de Lanvéoc-Poulmic, al sur de Brest, y voló hasta Aquisgrán, dejando caer unas cuantas bombas cerca de la estación de tren. De regreso a casa bombardeó los puentes en Maastricht, que estaban siendo utilizados por las columnas blindadas alemanas que invadían Holanda. El daño causado en los dos ataques fue insignificante. La siguiente misión, en la noche del 13 al 14 de mayo, fue contra las fuerzas alemanas que mantenían cercadas a varias unidades del 7º Ejército Francés en la isla de Walcheren, también en Holanda. Sus tercera y cuarta misiones, los días 16 y 20 de mayo, fueron de nuevo contra objetivos ferroviarios en Aachen. Esta última misión fue especialmente arriesgada, ya que era una noche de luna llena, había buena visibilidad, y las defensas alemanas se encontraban en estado de alerta. El Jules Verne volaba a 1.300 pies siguiendo la línea ferroviaria que conducía a Aquisgrán, cuando de repente se vio iluminado por las luces de una docena de reflectores. El avión aún no había sido pintado de negro, su fuselaje era de un plateado brillante, que a la luz de los reflectores lo convertían en un blanco fácil. A pesar de que las baterías antiaéreas comenzaron a disparar contra ellos, Dailliere ordenó al piloto a realizar dos pasadas sobre la estación para soltar sus bombas. Milagrosamente el avión logró salir de allí, aunque fue alcanzado por dos fragmentos de proyectiles antiaéreos, que le causaron daños de poca importancia.

Durante los últimos días de mayo el Jules Verne realizó otras misiones de bombardeo táctico, en concreto contra concentraciones de blindados alemanes en el bosque Clair Marais y contra un importante un nudo ferroviario cerca de Saint-Omer. Daillière continuaba insistiendo a los mandos de la Aeronavale en que le diesen permiso para realizar una incursión en Berlín, pero a finales de mayo, incluso en medio del colapso de los ejércitos franceses en todos los frentes, el gobierno todavía se mostraba reacio a aprobar la misión por temor a las represalias. Finalmente el 4 de junio, a raíz de un ataque de la Luftwaffe a gran escala contra objetivos en la región de París, las autoridades francesas cedieron y se le ordenó a Daillière poner en marcha sus planes.

El Almirantazgo francés poseía una cantidad considerable de fotografías aéreas y mapas de la zona de Berlín, que Dailliere y su equipo conocían de memoria. Para lograr la máxima sorpresa Daillière decidió que la ruta de vuelo a Berlín fuese sobrevolando el mar el mayor tiempo posible. El avión debía volar sobre el Canal de la Mancha y el Mar del Norte, giraría hacia el sureste a través del "cuello" de Dinamarca, al norte de Kiel, y se acercaría a Berlín desde el norte. El ataque sería hecho desde una altura de no menos de 5.000 pies por el peligro de globos de barrera, y en ningún caso se lanzarían las bombas en áreas densamente pobladas. La misión, de hecho, no tendría más valor que el meramente psicológico.

El 6 de junio Jules Verne despegó con la misión de realizar una incursión sobre la ciudad alemana de Rostock, a orillas del Báltico. En realidad no era más que un ensayo del planeado ataque a Berlín. Después de volar sobre el Canal de la Mancha, el Mar del Norte y el Báltico, el aparato entró en territorio alemán, sobre Rostock, sin ser inquietado por la Luftwaffe ni la artillería antiaérea. El plan del capitán de corbeta Daillière quedaba probado: haciendo el máximo de recorrido posible sobre el mar y llegando al objetivo desde una dirección inesperada podían sorprender a los alemanes.

A media tarde del 7 de junio el Jules Verne despegó de la base de Burdeos-Merignac, en la costa del Golfo de Vizcaya, cargado hasta el máximo de combustible y bombas. La tripulación era de cinco hombres: el capitán Daillière, el navegante Scour, el piloto Yonnet, el artillero/bombardero Deschamps y el mecánico Corneillet. El avión sobrevoló el Canal de la Mancha y bordeó Holanda, para alcanzar Dinamarca ya de noche. Sobre Stettin, en el Báltico, giraron al sur para dirigirse directamente desde allí a Berlín. Las condiciones eran perfectas: era noche cerrada, la ciudad estaba totalmente iluminada, y no había ni rastro de defensas antiaéreas ni cazas enemigos. Aprovechando la proximidad del objetivo de la misión (las fábricas de Siemens situadas al norte de la ciudad) al aeropuerto de Tempelhof, Yonnet efectuó una falsa maniobra de aproximación para descender hasta los 100 metros. A esa altura el Jules Verne sobrevoló las instalaciones industriales dejando caer sus ocho bombas, así como otras ochenta pequeñas bombas incendiarias lanzadas por Deschamps y Corneillet. Después de las explosiones, la artillería antiaérea berlinesa comenzó a disparar al cielo y las luces de la ciudad se apagaron. Era demasiado tarde, el Jules Verne estaba ya lejos. Al amanecer del 8 de junio el avión aterrizó en Orly después de hacer el viaje de regreso en un vuelo directo a través de toda Alemania. En las trece horas y media que había durado la misión habían recorrido más de 2.000 millas. Después de la guerra, los franceses trataron de averiguar si el ataque había causado algún daño digno de mención. Las fuentes alemanas indicaban que la mayoría de las bombas habían caído en campo abierto. Tan solo encontraron una vaga alusión a una explosión que había dañado una fábrica.

La tripulación del Jules Verne posa junto a su avión:


Solamente tres días después del raid contra Berlín, el Jules Verne fue enviado de nuevo a una misión de bombardeo sobre el territorio alemán. En la noche del 10 al 11 de junio el avión francés volvió a bombardear las fábricas Heinkel de Rostock. En esta ocasión sí tuvieron que soportar el fuego antiaéreo enemigo, pero lograron completar la misión sin incidentes. La tripulación informó de varios incendios en la zona atacada, aunque una vez más después de la guerra no se encontraron registros de daños en los archivos alemanes.

Cuando hicieron escala en Chartres a su regreso del raid sobre Rostock, la tripulación se enteró de que esa medianoche Italia había declarado la guerra a Francia. El Jules Verne iba a cambiar de frente.

El 13 de junio el avión dejó Mérignac para trasladarse a Istres, al noroeste de Marsella. Desde allí el día 14 realizó su primera misión contra los italianos, el bombardeo de las refinerías de gasolina de Porto Maghera, en Venecia. Lanzaron sus ocho bombas sobre los tanques de combustible, informando de que al menos uno de ellos se había incendiado. Dos noches después el Jules Verne hizo una nueva salida, contra Livorno, sin causar ningún daño digno de mención. Su última misión fue el 18 de junio sobre Roma. No se trataba de un bombardeo, sino de una suelta de octavillas. Cuatro días más tarde Francia firmó el armisticio. El Jules Verne no volvería a volar. La escuadrilla de la que formaba parte fue disuelta, y el avión permaneció parado dos años en Marignane, cerca de Marsella, hasta que en noviembre de 1942, cuando los alemanes invadieron la Francia de Vichy, los franceses lo quemaron para evitar que fuese capturado.

El capitán Daillière continuó en la Marina, sirviendo a las fuerzas francesas de Vichy. Fue destinado al África Occidental Francesa como comandante de las unidades aéreas de la Marina en Dakar. Un día de 1942 su avión entró por error en el territorio británico de Sierra Leona y fue derribado por cazas de la RAF. Daillière murió instantáneamente de un balazo en la cabeza. Hoy pocos conocen su nombre, así como la historia de la misión que planeó y ejecutó, el primer bombardeo aéreo sobre Berlín.

Fuentes:
http://batailles-1939-1940.historyboard.net/t322-le-farman-2234-le-jules-verne-bombarde-berlin
http://www.4600n200e.com/4436.html
http://warbirdsforum.com/showthread.php?t=433
http://warandgame.com/2009/07/08/solo-to-berlin/


2 comentarios:

  1. No tenía ni idea de que el nombre de Julio Verne fuera usado para un avión bombarder. Me considero experto en todo lo relacionado con el querido escritos francés. Voy a seguir con entusiasmo esta nueva veta sobre su nombre. Gracias por la publicación.

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  2. Gracias a ti por el comentario. Pido disculpas si llegaste a este blog fiándote del título del post y creyendo que iba a tratar del escritor. De vez en cuando pongo títulos llamativos y engañosos.
    Un saludo.

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